Si el arte es la expresión de sentimientos y la ley es la norma que manda o prohíbe algo, aquí hay algo que falla, o quizás ¿aún no conozco la ley de la danza, la ley de la escultura, la ley de la música...?
Poner una ley a un arte es aniquilar el verdadero origen de la creatividad. Imaginemos que los artistas de las otras seis artes tuviesen que regirse también por leyes. Quizás Picasso no hubiese podido terminar el Guernika por falta de una ayuda a la amortización o quizás el maestro Rodrigo no hubiese hecho famosa a la ciudad de Aranjuez por no conseguir una subvención a nuevo compositor.
Quizás ahora tengamos que sacar al cine de la gloriosa lista de las artes y colocarla en la lista del nuevo mercantilismo. Al leer los artículos sobre la aprobación de la nueva ley del cine de 2007 y el listado de asistentes (máximos interesados y minoría que copa la mayoría de proyectos), solamente leo un comentario realista:
"La ley es tímida y no mejora nada la situación. Se va a quedar obsoleta en un par de años. Tampoco afronta el tema de las inversiones de las televisiones, que son las primeras que han desprestigiado al cine español y a sus creadores", Daniel Guzmán, director y actor de "Sueños".
Si la ley del cine trata sobre todo el tema de las subvenciones, yo me pregunto ¿no tener una subvención es hacer cine fuera de la ley, o sea, ilegal?...
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